¿Por qué la pelvis es la clave del equilibrio ?
El cuerpo en su estructura encuentra su eje gracias a dos zonas de equilibrio : la pelvis y la mandíbula. Para mí el equilibrio de la pelvis representa la verdadera piedra angular del conjunto del edificio corporal.
Anatómicamente existe un recinto óseo que forma un pivote entre la parte alta y la parte baja del cuerpo. « De la pelvis hacia el cielo », « de la pelvis hacia la tierra », « en el centro del cuerpo » esta parte anatómica equilibra los campos de la acción y de la creación, con el mundo de la dirección encima de él, y el del movimiento por debajo.
Además esta parte del cuerpo alberga cantidad de actividades ligadas a la vida. Es con la pelvis que hacemos el amor, que damos nacimiento a nuestros hijos. Es también gracias a ella que nuestros órganos digestivos son protegidos. Gracias a ella digerimos los alimentos y eliminamos los residuos. Todas las funciones se relacionan entonces directamente a la seguridad, a la supervivencia, a la comunicación, al bienestar y a la relación afectiva del ser humano.
A nivel de nuestro dinamismo físico, constituye el centro del movimiento : de esta parte del cuerpo sale el movimiento de las piernas y por lo tanto nuestra posibilidad de mantenernos de pie y de caminar en nuestro propio camino. Gracias a ella reposamos sobre nuestras fundaciones y podemos acceder a nuestro objetivo.
La pelvis también representa la base entre lo masculino y lo femenino. Y en esto está a la imagen de nuestra relación con nuestros padres. Cuando hay ruptura de equilibrio en la línea de la horizontalidad, se constata muy a menudo un contencioso afectivo ligado a « papá / mamá » (situación de choque, de carencia, de ausencia, de abandono, de traición…)